Los
principios éticos y prudentes que debemos observar cuando salimos a la montaña.
Últimamente, y con cierta frecuencia
escuchamos noticias preocupantes relacionadas con el mundo de las montañas más
próximas a nosotros. Es cierto que se están viviendo momentos de gran
afluencia, incluso de “masificación” en los lugares más emblemáticos de
nuestros montes.
Esta situación, suponemos, que será una moda más; lo cierto,
es, que la NATURALEZA tiene sus leyes, y lo que no debemos hacer los humanos es campar
a nuestras anchas sin ningún miramiento, pues los primeros perjudicados seremos
nosotr@s mism@s. A la sede del Centro Excursionista de Petrer, nos llegan
noticias de accidentes, gente extraviada y algún que otro apurillo.
Generalmente y por desgracia para las personas, nuestro habitad actual, son las
ciudades, donde tenemos las necesidades vitales, prácticamente cubiertas, y
donde nos movemos con gran seguridad; pues bien, cuando (por la razón que sea)
salimos de nuestro entorno urbano, y nos adentramos en el mundo natural, no
terminamos de ser conscientes del cambio que se opera, por ejemplo, cuando
vamos por un sendero y te encuentras los pañuelos de papel esparcidos “sin ton
ni son” ¿Qué debemos pensar? Este ciudadan@
¿estará echando de menos las papeleras?
Desde esta asociación montañera, nos vemos en la obligación moral de enumerar
ciertas normas básicas de respeto y moralidad hacia el medio natural que tanto
nos agrada, y gozamos disfrutándolo. Pues bien.
Principal
consejo.: No ensuciaremos, guardaremos en nuestras mochilas los envases vacíos.
Recordar lo que debemos hacer con los pañuelos desechables, al bolsillo. Llevad
calzado cómodo y apropiado para el terreno donde os mováis. Cuando vayáis a
algún lugar nuevo o desconocido procurad ser acompañados por alguien con
experiencia. Cuando vayáis de cara a la tarde-noche, no olvidéis ropa de
abrigo, en la montaña, la temperatura baja con gran facilidad. Cuando nos
detenemos a reponer fuerzas, comer o beber algo, al marchar no dejar rastro de
nuestra presencia en el lugar. Y cuando subamos al Cid que es la montaña
emblemática y que muchos llevamos en el corazón, no la maltratéis, por favor….,
seguid el curso de su senda zigzagueante y cómoda, que sin grandes esfuerzos te
lleva a la cumbre. ¡Qué pena sentí el otro día! cuando a la bajada la bonita
senda se ve mutilada en cada una de sus curvas, la poca “conciencia” de algunos
por ganar cuatro pasos, irrumpen en la vertical, hundiendo ribazos y
llenando de escombros la bonita senda. El daño que se le está haciendo a la
senda del Cid es muy grave, algún día nos acordaremos con qué facilidad y
seguridad subíamos al Cid.
En la montaña no vale ir de prepotente, la
humildad es la mejor acompañante.
Solo nos resta deciros que existe
el sentido común, y que
no caigan en saco roto estos breves consejos.
Igualmente deciros que en nuestra sede del
Centro Excursionista estamos para orientaros y facilitaros vuestra relación con
la montaña.
Recibid un cordial saludo.
CENTRO
EXCURSIONISTA DE PETRER.
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